Empecemos por el final para así dejar a un lado los "te he echado de menos" de cortesía, hablemos claro; a los ojos y no a la boca, todos cuando jugamos sabemos a que hemos venido a jugar. la cuestión siempre es ¿cuánto estas dispuesto a perder? y déjame que esta vez sea yo la que te de una palmada en el hombro y te diga que ya habrá otra ocasión, que aquí la cuestión no es quién acelera llega antes sino quien se queda con el camino, deja que todas las despedidas empiecen con un adiós y acaben con unos ojos sonriendo; y no al revés, y es que me ha ganado tantas veces la escena de la chica que se gira al final de la película y todo acaba bien, que no quiero mas premios a la idiota que se queda sin él; ya entendí, un día alguien de repente te coge de la mano y te dice "venga, baila o se acabará la canción para siempre y ya no podrás bailarla nunca más" entonces, es ahí cuando te das cuenta de que hoy es el futuro en el que nunca pensamos; y que es el pasado del presente en el que siempre nos quedamos, y es así como de una manera u otra acabamos sobreviviendo aunque muchas veces no tengamos un bote salvavidas, pero en cuanto menos te lo espera llega alguien y te salva de la tormenta; por eso y por ti, bailaré hasta ser la música que te haga salir a bailar hasta con tormenta; que es como mejor calan las sonrisas y empapan todos los motivos, te besaré las ganas hasta que lleguen a perderse por las mías, déjame cerrar los ojos con la sensación de que mañana también estarás y de que bailaremos de nuevo. Ya sabes donde te espero; donde tu sonrisa nunca fue mía y donde tu adiós nunca fue la mejor despedida.
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